Seguimos avanzando en el curso y una de las actividades ha resultado especialmente estimulante, se trata de reflexionar sobre los posibles problemas que esta práctica educativa puede conllevar.
¿Resulta estimulante hablar de los problemas que podemos encontrarnos al utilizar una determinada metodología? ¿Justo al principio de un curso? ¿No podría esto "dinamitar" nuestra motivación? 

Sí y no. Hablar de los problemas que podemos encontrarnos, que efectivamente vamos a enfrentar, puede resultar desmotivante, sobre todo añadimos esta gotita de agua a las numerosas tareas, a veces poco gratificantes, que tenemos como profesores y tutores, (a veces pienso que mi trabajo es hacer papeles y que de vez en cuando debo interrumpirlo para dar una clase), pero también puede es gratificante, creo yo, mirar con realismo la práctica docente. No sé vosotros, pero yo estoy harta de cursos y ponentes que me hablan maravillas de aplicaciones, metodologías,... que luego, una vez entramos en el aula, en el día a día, nos damos cuenta de que están pensadas para trabajar con alumnos redondos en el vacío. 

Es este hartazgo de idealidad el que ha hecho que vea como un acierto esta actividad, este periodo de reflexión en el que hemos pensado en las dificultades que podemos encontrar y en la forma en la que se pueden solucionar, y ha sido igualmente refrescante y motivador leer las soluciones que a problemas comunes han aportado el restod e mis compañeros de curso.
Aquí dejo una selección, los problemas a los que yo he aportado solución.


Enlazamos aquí  dos estupendos trabajos:







Yo conocía de oídas esta metodología porque dos compañeros del centro me habían hablado de ella y la habían utilizado: Rafa utilizó unos materiales ya preparados de una editorial y le gustó mucho la experiencia, aunque no sé si lo ha seguido utilizando. El otro compañero, Pablo, es el que ha hecho que tenga ganas de probar. Utiliza constantemente este método en sus clases y ha leído y conoce bien el sistema.  
Con estos antecedentes, cuando INTEF organizó el curso me pareció una buena idea matricularme.
Y así llegamos al día 1 de octubre.  Y al día 13, que es cuando acaba el plazo del primer módulo y que es la fecha de hoy, porque voy contrarreloj.
Lo que he visto hasta ahora del curso y más me gusta es la presentación de los contenidos (pienso compartir los vídeos en este blog) y una novedad frente a otros cursos similares que he hecho: una sala de herramientas TIC que permite tener a mano, con buenos tutoriales distintas herramientas tic que resultarán útiles a lo largo del curso.
Lo que echo de menos: contenidos en formato pdf. Los vídeos pueden enlazarse y cuando termina el curso no te encuentras “desnudo”.
No he hablado aún de los contenidos en sí: por ahora lo que he visto es más o menos lo que sabía antes de empezar el curso: me gusta que la clase no sea un lugar donde los alumnos son seres pasivos, cuencos que llenar de conocimientos que testaremos a través de las actividades que harán cada uno por su cuenta solo, en casa.
Con Flipped Classroom se aborda un problema que me parece preocupante: si yo cuelgo mis vídeos en internet, o selecciono materiales para que los vean mis alumnos, pueden verlos TODOS ellos, porque si alguno no tiene internet en casa puede ir a la biblioteca pública o a la biblioteca del centro y verlos allí. Luego, en clase, puede hacer la parte de aclaración y consolidación con mi ayuda, por lo que estamos en una auténtica situación de atención a la diversidad y de igualdad de oportunidades. De acuerdo, el que tiene internet en casa tiene mejores medios y mejor acceso a los recursos, pero la desigualdad es mayor si estamos ante alumnos que cuentan con profesores particulares desde el inicio del curso y que pueden estar relajados (o perdiendo el tiempo ) en clase frente a aquellos cuyo único recurso es la ayuda del profesor.
Podéis encontrar mis razones en este podcast


https://soundcloud.com/lengua-araz/tarea1_curso_flippedclassroom

Blogger templates